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viernes, 6 de junio de 2014

El Renacimiento español

He vuelto a escribir porque he vuelto a creer. He salido del pozo de la inmundicia, de la suciedad, la mentira, la crueldad, la injusticia, la nada… para darme cuenta de que un mundo diferente es posible, que no estaba todo escrito, que estamos asistiendo al nacimiento de la nueva era, y nacer siempre es bonito, aun a sabiendas de que quizás la vida no sea como nosotros deseamos, ni siquiera como esperamos, ni menos aún como debería ser… pero estamos naciendo, no saliendo, sino naciendo, pues el mundo que se presenta a nuestros ojos hoy se antoja diferente para poder ser posible, porque si no es diferente no tiene razón de ser.

Disculpa a todo aquel que se mostró interesado en el blog creyendo que hablaría de arte o literatura.

 Hoy me llena de orgullo y satisfacción comprobar que toda la tinta corrida (en sentido románticamente figurado) no ha sido en vano. Hoy muchos escritores pueden estar orgullosos: Juan José Millás, Saramago, Pérez Reverte y tantos otros… No dejéis de leerlos, ellos han sentado las bases del cambio. Pero también Periodistas: Jordi Evolé, Ana Pastor, Antonio Garrido o, por supuesto, Iñaki Gavilondo. La derrota, para algunos de ellos, nunca fue un fracaso. Y quisiera mencionar otras voces anónimas (la mayoría de ellas) que se alzaron para denunciar ante oídos sordos todo un sistema bien entramado y que parecía inviolable, que cada día se presentaba más cruel, interesado y destructivo: jueces, profesores, personal del servicio público de salud, estudiantes, vecinos de distinta índole… vamos, lo que venía siendo una pandilla de frikis desarrapados, piojosos y violentos. Tantos millones de corazones puros no podían quedar en el olvido.

Una vez, aún aferrada a la lealtad y honestidad del pueblo español, imploré a este colectivo de ciudadanos que hiciéramos piña. Somos más y mejores, dije entonces. Por fin hoy este sueño se ha cumplido. No será fácil. Nadie dijo que lo fuera. Pero es necesario y con eso basta.

Las escusas se acaban. Los argumentos caen por su propio peso. El tiempo lo pone todo en su sitio y el tiempo, amigos, ya ha pasado. Nos toca decidir cómo queremos que sea nuestro país y empezar a trabajar para conseguirlo.


Gracias por devolverle la esperanza a gente a las que ya no les quedaba nada por perder. Larga vida a PODEMOS, salud y república!!!

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